En ese contexto, el Departamento de Estado estableció la obligatoriedad de entrevistas para todos los solicitantes de visado, salvo: diplomáticos y funcionarios de gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales solicitantes de visado; menores a 14 años o mayores de 79 y para quienes previamente obtuvieron una visa de la misma categoría que haya expirado menos de 12 meses antes de la nueva solicitud.
A principios de mayo, el Departamento de Estado empezó a evaluar nuevos protocolos destinados a evaluar con mayor rigurosidad a quienes planean viajar a Estados Unidos. La medida, implementada el 25 de mayo incluye la petición de pasaportes anteriores, información sobre empleos y números telefónicos de personas de contacto.
El formulario de solicitud de visa contiene una nueva casilla solicitando datos sobre perfiles en redes sociales en los últimos cinco años y datos personales del solicitando durante los últimos quince años. La medida es parte de un "exhaustivo" control de seguridad al que podría ser sometido cualquiera en cualquier parte del mundo, sin excepciones, explicó Lydia Barraza, vocera del Departamento de Estado.
Quienes hayan estado en zonas bajo control de organizaciones terroristas tendrán que entregar, además, "detalles precisos" de su estancia en esos países, explica Barraza. "Permite evaluar si los solicitantes reúnen las condiciones para obtener una visa en Estados Unidos", aclarando que ni la raza ni la religión serán consideradas en esas evaluaciones.
En total, calculan que se verá afectado 1% de los 13 millones de solicitantes de visas en el mundo. Los nuevos requisitos podrán provocar retrasos en el proceso de obtención de visas y desalentarían a estudiantes y científicos extranjeros que planeen visitar Estados Unidos.
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