BCBP (Bar Coded Boarding Passes) es el nombre de este proyecto, que impulsó el cambio de las tarjetas de embarque con banda magnética a las de código de barras.
 
Anualmente, las aerolíneas imprimen 2.000 millones de tarjetas de embarque con cinta magnética, que deben ser emitidas a través de una costosa impresora. Con la implementación de las tarjetas con código de barras, los mismos pasajeros pueden imprimir su pase o llevarlo en su teléfono celular. Esto ahorrará a las aerolíneas alrededor de 1.500 millones de dólares anualmente. Los pasajeros ahora estarán más incentivados a hacer el web check-in, podrán utilizar un solo pase para múltiples vuelos en conexión –aunque sea en distintas aerolíneas–, agilizarán el proceso de embarque teniendo solo que registrar su equipaje y tendrán un acceso automático a las salar VIP u otros servicios especiales. Por todo esto, IATA asegura que esta iniciativa disminuirá los gastos de aerolíneas y aeropuertos y brindará mayor satisfacción a los pasajeros. Igualmente, destacó que este paso es similar al que se realizó al implementar el billete electrónico, y al igual que los antiguos billetes, las tarjetas con banda magnética pasarán a la historia.