Don Antonio, llegó a nuestro país, vinculándose de inmediato a la actividad turística, con el propósito de desarrollar el turismo receptivo, en ese entonces una actividad incipiente y con pocos protagonistas. Su inquietud empresarial lo llevó a presidir una agencia de viajes en Ciudad Presidente Stroessner, una iniciativa audaz y visionaria para una ciudad que iniciaba su desarrollo.
Como profesional, fue un self made man, tenaz, incansable e innovador. Precursor y formador de profesionales turísticos en una época en que era imposible hallar un guía turístico capacitado en el Alto Paraná, supo montar un equipo y una estructura de servicios capaz de responder a los requerimientos del mercado. Los paquetes turísticos, con salidas regulares y garantizadas desde Asunción a Cataratas fueron solo uno de los logros de su empresa.
Como padre de familia, supo sembrar la semilla del turismo en sus hijos y los resultados están a la vista. Miguel, Oscar, José Luis y Fernando han hecho del turismo una exitosa actividad familiar.
Como persona, su simpatía natural y su calidad humana lo llevaron a ganar un vasto círculo de amigos, tanto en Uruguay como en nuestro país.
En circunstancias como estas, nuestras palabras inevitablemente trasmiten una sensación de congoja y dolor. Que en esta ocasión también sean de profundo respeto y querida recordación a un apreciado amigo.
Miguel y Antonio Martin, compartiendo un momento en familia
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