Localmente, en el aeropuerto Silvio Pettirossi, las operaciones también se vieron afectadas. Ayer se suspendieron algunos vuelos regulares a Buenos Aires. Igualmente un avión de Aerolíneas Argentinas que se encontraba desde el domingo aguardando condiciones metereológicas favorables para poder despegar, recién pudo hacerlo esta mañana.

Pero sin dudas, la noticia destacada fue el arribo, ayer martes a la mañana, de un avión de Iberia procedente de Madrid con destino a Buenos Aires, que ante el cierre de Ezeiza se vio obligado a pernoctar con todos sus pasajeros en nuestra ciudad. La eficiente e inmediata acción –sumada a la capacidad profesional del equipo de la compañía española en nuestra ciudad, dirigido por Ilse Helbing –,  minimizó el problema pues cuando la máquina de gran porte, un Airbus 340-600 con capacidad para casi 400 pasajeros tocó tierra, ya aguardaban los buses que transportarían, tanto a pasajeros como a tripulantes,  a diferentes hoteles de nuestra ciudad para pasar la noche. Los imprevistos –para tanta cantidad de personas- trámites migratorios también fueron agilizados.

Esas situaciones imprevistas, cancelaciones de vuelos, escalas obligadas,  causan importantes perdidas económicas a las compañías afectadas. Por otra parte,  la presencia del avión de Iberia, permitió anoche a un reducido número de invitados conocer de cerca la enorme máquina de 74 metros de longitud y 63,45 metros de envergadura, y las comodidades a bordo en una interesante visita. Una presencia inusual, pero quizás también, un oportuno anticipo del reinicio de los vuelos de la línea española a nuestra ciudad, que el mercado aguarda ansiosamente.