El 30 de junio celebramos el Día de la Hotelería, y este año, en nuestro país la celebración es recibida con grandes desafíos que emergen tras los recientes acontecimientos políticos. La imagen que el país trasmite al mundo es determinante para el desarrollo del sector, bastante vulnerable a cambios económicos, sociales y políticos.
Pese a la estabilidad social y a que todo el destino Paraguay se encuentra operando y funcionando con total normalidad, esta imagen positiva se ve confrontada a otras posiciones mediáticas influenciadas por intereses políticos de carácter mayoritariamente foráneo. Esto necesariamente afecta al sector hotelero con relación al nivel de ocupación que se venía observando en los últimos tiempos.
Las expectativas previstas de crecimiento para el sector hotelero -principalmente en el interior del país- de un quince por ciento para los próximos dos años pueden ser afectadas por las circunstancias actuales. Estas estimaciones no deben ser afectadas por las coyunturas políticas actuales y ello dependerá en gran medida de acciones puntuales destinadas a ilustrar sobre la situación real del país y reposicionar la marca turística de Paraguay en la región y otros continentes. Es momento también de reafirmar los vínculos existentes entre las diversas instituciones comprometidas y vinculadas con el sector.
Por otra parte, la apertura en nuestro país de la prestigiosa escuela francesa de hotelería, Vatel, la inauguración de hoteles en el interior, la proyección de nuevos establecimientos en Pedro Juan Caballero y Encarnación, junto con el interés de cadenas internacionales en nuestro mercado reafirman el accionar correcto del sector. También las reformas y constantes crecimientos de hoteles tradicionales, hacen posible que la oferta sea de primer nivel. La incorporación de buena infraestructura y tecnología igualmente permiten la realización de eventos y convenciones principalmente en nuestra capital. Confiemos en que el sector salga fortalecido del momento actual para bien del turismo y del país entero.
Pese a la estabilidad social y a que todo el destino Paraguay se encuentra operando y funcionando con total normalidad, esta imagen positiva se ve confrontada a otras posiciones mediáticas influenciadas por intereses políticos de carácter mayoritariamente foráneo. Esto necesariamente afecta al sector hotelero con relación al nivel de ocupación que se venía observando en los últimos tiempos.
Las expectativas previstas de crecimiento para el sector hotelero -principalmente en el interior del país- de un quince por ciento para los próximos dos años pueden ser afectadas por las circunstancias actuales. Estas estimaciones no deben ser afectadas por las coyunturas políticas actuales y ello dependerá en gran medida de acciones puntuales destinadas a ilustrar sobre la situación real del país y reposicionar la marca turística de Paraguay en la región y otros continentes. Es momento también de reafirmar los vínculos existentes entre las diversas instituciones comprometidas y vinculadas con el sector.
Por otra parte, la apertura en nuestro país de la prestigiosa escuela francesa de hotelería, Vatel, la inauguración de hoteles en el interior, la proyección de nuevos establecimientos en Pedro Juan Caballero y Encarnación, junto con el interés de cadenas internacionales en nuestro mercado reafirman el accionar correcto del sector. También las reformas y constantes crecimientos de hoteles tradicionales, hacen posible que la oferta sea de primer nivel. La incorporación de buena infraestructura y tecnología igualmente permiten la realización de eventos y convenciones principalmente en nuestra capital. Confiemos en que el sector salga fortalecido del momento actual para bien del turismo y del país entero.
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