Así, en los casos en que un pasajero necesite asistencia médica a bordo, el piloto de la aeronave entrará en contacto con la empresa de asistencia que basándose en los síntomas descritos, indicará los procedimientos que deben realizarse. En caso de que el paciente necesite atención hospitalaria, podrá  incluso recomendar el aterrizaje del avión en el aeropuerto más cercano.

Además de apoyar  el vuelo a distancia, el contrato con la empresa de asistencia ofrece entrenamiento para la tripulación y para la gestión de los pasajeros con necesidades especiales, evaluación médica pre-vuelo, activación del equipo médico a la llegada de la aeronave, verificación de los recursos médicos en el destino y el seguimiento del caso.
Además, el proyecto prevé durante este año, la adquisición de desfibriladores - dispositivo que se utiliza para restaurar o reorganizar el ritmo cardíaco - para todas las aeronaves que realizan vuelos internacionales. Estas rutas fueron escogidas debido a que la mayor incidencia de complicaciones graves de salud se produce en el transporte de más de cuatro horas de duración.

“Este acuerdo demuestra nuestra preocupación por el bienestar del pasajero, así con la ayuda de profesionales altamente capacitados, servimos a situaciones médicas simples y complejas de manera más eficiente”, explica el doctor Marco Cantero, obstetra y director de Salud, Seguridad y Medio Ambiente en TAM.

“Aproximadamente en el 80% de los vuelos, se presentan médicos voluntarios cuando un pasajero no se siente bien. Sin embargo, estos profesionales pueden no estar familiarizados con los efectos sobre el cuerpo humano causado por  el ambiente hipo presurizado y con la menor presión de oxígeno en avión’‘, afirma Cantero.