El Vaticano recibe diariamente a miles de turistas que acuden principalmente por motivos religiosos. Estos visitantes son grandes generadores de dinero para el pequeño estado pues además de participar de actos religiosos adquieren recuerdos o souvenirs y realizan visitas a los grandes museos del lugar que cobran un derecho de admisión (los museos vaticanos reciben anualmente cinco millones de visitantes).


El Deutsche Bank Italia, que desde hace 15 años controla y administra el servicio de pagos electrónicos al Vaticano, vio canceladas sus operaciones el pasado 31 de diciembre. El Banco Central de Italia informó que tomó esta decisión porque la Santa Sede no ha respetado las disposiciones de la Unión Europea en lo concerniente al lavado de dinero y desautoriza además a los bancos italianos a realizar transacciones con el Vaticano.

La medida obedece a que el Deutsche Bank Italia no habría solicitado al Banco Central de Italia la correspondiente autorización cuando comenzó a proveer los servicios al Vaticano y cuando finalmente lo hizo, sus normas bancarias no cumplían con los criterios europeos.