Desde las primeras horas de la mañana del 14 de junio, pobladores de la
comunidad Caacupemí en la ciudad de Areguá, se preparan para la
tradicional fiesta Bandera Jeré, durante la cual, promeseros visitan
las casas del lugar bailando. La celebración hecha en honor a San
Antonio de Padua, patrono de la comunidad, se realiza anualmente con el
propósito de cumplir con alguna promesa hecha al santo.
Luego del desayuno de mbeju con cocido, los promeseros parten en grupos hacia las distintas zonas de la comunidad. Al grito de ¡Viva el dueño de la casa! ¡Viva San Antonio! ¡Viva los promeseros! llegan a las casas, momento en que entregan a quienes los reciban, la bandera con los colores de la iglesia, el blanco y amarillo. También se entrega una alcancía donde se depositan las ofrendas hechas por las familias durante el recorrido. La algarabía y recorrido se extiende durante toda la jornada a la que se van adhiriendo a otros miembros de la comunidad.
Según la tradición popular, quienes por algún motivo no pudieron asistir al novenario celebrado en honor a la imagen, reciben a través de los promeseros la bendición de San Antonio. Tras finalizar el recorrido, ya en horas de la tarde, los grupos de promeseros se reúnen nuevamente en la iglesia para contabilizar lo recaudado en las alcancías, lo que representa todo un reto para cada grupo, quienes pujan por la mayor recaudación. Posteriormente, un multitudinario baile da por concluida las celebraciones, en donde promeseros, feligreses y visitantes intercambian parejas al son de alegres polcas.
Luego del desayuno de mbeju con cocido, los promeseros parten en grupos hacia las distintas zonas de la comunidad. Al grito de ¡Viva el dueño de la casa! ¡Viva San Antonio! ¡Viva los promeseros! llegan a las casas, momento en que entregan a quienes los reciban, la bandera con los colores de la iglesia, el blanco y amarillo. También se entrega una alcancía donde se depositan las ofrendas hechas por las familias durante el recorrido. La algarabía y recorrido se extiende durante toda la jornada a la que se van adhiriendo a otros miembros de la comunidad.
Según la tradición popular, quienes por algún motivo no pudieron asistir al novenario celebrado en honor a la imagen, reciben a través de los promeseros la bendición de San Antonio. Tras finalizar el recorrido, ya en horas de la tarde, los grupos de promeseros se reúnen nuevamente en la iglesia para contabilizar lo recaudado en las alcancías, lo que representa todo un reto para cada grupo, quienes pujan por la mayor recaudación. Posteriormente, un multitudinario baile da por concluida las celebraciones, en donde promeseros, feligreses y visitantes intercambian parejas al son de alegres polcas.
La fiesta popular celebrada en Areguá, forma parte de las seis seleccionadas y que participan del concurso Pyporé Mimbí, organizado en su segunda edición por la Fundación Tierranuestra y la Red de Emprendedores Turísticos COTUR Ltda. con el apoyo del Banco Itaú.
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