El encuentro con la prensa se produjo ante la información que circuló entre los medios sobre la rotura de las pasarelas en el circuito superior que lleva a los saltos de la Garganta del diablo.

Ante el hecho, Zuliani explicó que el sistema funciona de acuerdo a los distintos niveles del río, que es monitoreado de manera constante y que a su vez está diseñado para que ante la crecida del río, las barandas sean rebatibles y esto permita que el agua fluya sin encontrar resistencia en su trayecto. Si la creciente del río aumenta, se procede a desprender los tramos que conforman la pasarela para evitar perjuicios en el soporte de la infraestructura, en tanto que el río baja los tramos de las barandas regresan a su posición inicial permitiendo la circulación de la gente hasta la Garganta del diablo.

El procedimiento descripto, refrendado por la Administración de Parques Nacionales (APN), organismo nacional de contralor del Parque Nacional Iguazú es posible gracias a una inversión realizada por la empresa para reemplazar las antiguas pasarelas por las actuales,  caracterizadas por un desarrollo arquitectónico ecológico y diseñadas especialmente para que ante este tipo de hechos naturales, se resguarden los pilotes estructurales evitando así que el circuito se cierre por años como ocurría anteriormente.

A su vez, el ingeniero aclaró que el Parque Nacional Iguazú no cerró en ningún momento, aunque temporalmente el paseo sobre la Garganta del Diablo se encuentra clausurado por motivos de seguridad. También anunció que los demás atractivos del Parque se encuentran habilitados y funcionando con normalidad haciendo referencia a las más de 2.600 personas que siguen disfrutando de la visita de unas cataratas imponentes de forma diaria.