En sus largos años de residencia en Paraguay, con creatividad y capacidad profesional llevó el emprendimiento inicial a sus niveles más altos y hasta hace pocos años era frecuente verlo recorrer las instalaciones del resort siempre vistiendo su característico sombrero tejano.
 
Casado con Edith Ray, ya fallecida, tuvo tres hijos, Verlin, Belinda y Jim. Fue un enamorado de este país al que deja un legado muy importante de compromiso y superación profesional.
 
Nuestras sentidas condolencias a sus familiares