Si bien Venezuela ha autorizado la repatriación de unos 424 millones de dólares, aún quedan otros 4.100 millones de dólares de la moneda como deuda.

Para IATA, la retención del dinero obtenido por la venta de boletos aéreos en Venezuela viola los tratados internacionales y repercute directamente en la capacidad internacional de ese país en cuanto a la conectividad aérea, que ha caído un 49% respecto al nivel más alto del año pasado y un 36% en comparación con julio de ese mismo año.

“Las aerolíneas no pueden seguir ofreciendo sus servicios sin garantías de cobro. El gobierno de Venezuela ha prometido en varias ocasiones que liberaría el dinero, pero la deuda asciende ya a  4.100 millones de dólares. La confianza en el mercado está cayendo de forma drástica. La mayor parte de las aerolíneas intentan minimizar el riesgo reduciendo la capacidad. Varias aerolíneas han cesado sus operaciones completamente. Venezuela corre el riesgo de desconectarse de la economía global”, aseveró Tony Tyler, consejero delegado de la IATA.

La cifra a la que asciende la deuda es aún más considerable si se tiene en cuenta que el pronóstico de beneficios para este año en la industria del transporte aéreo es de 18.000 millones de dólares.

Tyler escribió una carta al presidente venezolano Nicolás Maduro para solicitar una reunión bilateral, con la IATA como representante de las compañías aéreas afectadas por la deuda. La asociación busca que se cancele la deuda de una forma rápida y justa.

“Proteger la conectividad de Venezuela debería ser más que una prioridad para el gobierno venezolano. La conectividad es un salvavidas para la vacilante economía de Venezuela. La IATA está dispuesta a llegar a una solución que favorezca a todas las partes, pero no podemos avanzar sin el compromiso y la cooperación del gobierno”, sentenció Tyler.