El Routemaster, clásico autobús londinense que desde 1954 con el sistema hop-on,  hop-off permitía a los viajeros subir y bajar en cualquier momento por su puerta trasera, ahora serán eléctricos.

Sacados de circulación en el año 2005 por problemas de seguridad, los clásicos buses rojos volvieron a las calles de Londres para deleite de turistas y locales. Incorporados a la cultura y símbolo de la ciudad, al igual que el Big Ben, sus cabinas telefónicas o sus taxis negros, estos vehículos, además de su tradicional puerta trasera, ahora presentan otras dos puertas de ingreso en su parte delantera y central.

Pero la noticia es que ahora estos buses serán eléctricos incorporando tecnología de punta que permitirá su funcionamiento con baterías adaptadas al tamaño de los vehículos que volverán a circular por las calles de la ciudad en una versión más ecológica y aerodinámica.

 

El nuevo autobús eléctrico tiene como características una serie de beneficios operacionales y ambientales para los usuarios del transporte público, los operadores de autobuses y los residentes en la comunidad. Es muy tranquilo y asegura una conducción confortable y sin vibraciones, sin sacudidas y sin el ruido asociado con los autobuses convencionales y motores de combustión. El autobús también puede conducirse más de 155 millas, incluso en el tráfico pesado de la ciudad.