Cuando el pasajero argentino quiere entrar o salir de su país a través del aeropuerto Ezeiza en Buenos Aires, lo único que debe hacer es acercar su pasaporte al lector biométrico instalado en las puertas de ingreso y egreso. Luego pasa al box donde le toman una fotografía y coloca su huella digital. Se busca la información del pasajero en la base de datos del Registro Nacional de Personas y se habilita su tránsito en unos 25 segundos.
“El sistema automático comienza a probarse en Ezeiza y progresivamente iremos incorporando 18 puertas que colocaremos también en el Aeroparque Metropolitano y en el aeropuerto de Córdoba”, explicó Florencio Randazzo, ministro del Interior y Transporte de Argentina.
También mencionó que las pruebas se realizan con pasajeros argentinos que tengan vuelos de Aerolíneas Argentinas, aunque luego extenderán el servicio a otras líneas aéreas. La instalación de los lectores biométricos forma parte de la última etapa del proceso de modernización del trámite migratorio previsto por el ministerio.
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