Las opciones de placer, diversión nocturna y hospitalidad fueron los atributos mejor valorados. Estados Unidos fue el mayor emisor de turistas (17%), seguido por Argentina (12%), Alemania (7%), e Inglaterra (4,8%).
 
Por supuesto, la importancia del evento significó un cambio en la infraestructura de servicios de la ciudad. Por ejemplo, de las 32 mil camas disponibles, la oferta hotelera se incrementó a 52 mil plazas, un incremento superior al 100%, las cuales el mercado espera cubrir con el aumento de la demanda que la ciudad espera registrar tras los Juegos Olímpicos. Durante los juegos, la tasa de ocupación hotelera de Rio de Janeiro alcanzó el 94% de la capacidad.

 

La ciudad recibió 1.17 millones de turistas durante los Juegos Olímpicos. Entre ellos, 410.000 fueron extranjeros, una cantidad que alcanzó las expectativas iniciales  que mencionaban entre 350.000 y 500.000 visitantes del exterior. Esta cifra representa el 7% de los cerca de 6 millones de turistas internacionales que Brasil recibe anualmente. El gasto promedio de los visitantes fue de 100 dólares por día. Por su parte, el Ente Estatal de Turismo, Embratur, considera un movimiento de alrededor de 1.800 millones de dólares durante los Juegos, cifra que todavía no fue confirmada oficialmente.
 
El evento brindó a la ciudad una importante proyección internacional pues la transmisión alcanzó los 5.000 millones de espectadores en todo el mundo. Para dar mayor impulso a la exposición de Brasil en el período post olímpico, Embratur lanzará una campaña mundial con imágenes de los Juegos y un mensaje de agradecimiento a los turistas que vinieron al país, con una invitación a que vuelvan siempre.