La medida forma parte de las nuevas reglas para el transporte aéreo de pasajeros fueron aprobadas el martes 13 de diciembre por unanimidad por los miembros de la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac), el órgano brasileño regulador del transporte aéreo.
La medida pone fin a la obligación que tenían las compañías aéreas de despachar en bodega, sin costo alguno una maleta de hasta 23 kilos en los vuelos domésticos y dos maletas de 32 kilos en los vuelos internacionales. Ahora cada aerolínea tendrá libertad para establecer su política, sus tasas de transporte y despacho de equipaje.
Para la Anac, la medida traerá beneficios a los pasajeros pues sus propios estudios y el comportamiento del mercado en el resto del mundo demuestran que el fin de la franquicia produce beneficios y se refleja en nuevos y mejores servicios. Las aerolíneas podrán reducir el volumen que cada pasajero puede transportar gratuitamente y, con aeronaves menos pesadas, ofrecer en compensación pasajes por menor precio para los consumidores pues conociendo con anticipación cuanto equipaje deberá transportar en cada vuelo la compañía aérea podrá prever el espacio a ser utilizado y destinar el restante a cargas.
El año pasado, 41 millones de personas viajaron en Brasil sin despachar equipajes lo que equivale al 35% del total de pasajeros transportados vía aérea. Actualmente, además de Brasil, sólo Rusia, Venezuela, México y China tienen la franquicia de equipaje regulada por el gobierno.
Otra de las nuevas medidas a ser implementadas eleva desde 5 hasta 10 kilos el peso máximo que cada pasajero puede subir como equipaje de mano al avión. La Anac también redujo a 7 días el plazo máximo que tienen las aerolíneas para devolver equipajes extraviados en vuelos domésticos y a 21 días en los internacionales. Transcurrido ese tiempo, las líneas aéreas tendrán como máximo una semana para indemnizar al pasajero
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