La Organización manifestó su profundo desagrado por esta acción que considera contraria a los principios de la libertad de viajar promovidos por la comunidad turística mundial, advirtiendo que la prohibición obstaculizará "los inmensos beneficios" que el sector del turismo y de los viajes aporta en términos de crecimiento económico y de creación de empleo a muchos países, entre ellos la misma nación impulsora del veto.
 
Además del impacto directo, la imagen del país que impone la prohibición de viajar "de una manera tan hostil" seguramente se verá dañada y correrá el riesgo de que baje la demanda de viajes a Estados Unidos, agregó Rifai.