Quienes sean elegidos para una revisión corporal, de acuerdo a los nuevos valores de evaluación, estarán expuestos a un control físico más invasivo.  El nuevo procedimiento ya está siendo puesto en práctica, en periodo de pruebas, en aeropuertos pequeños. Las revisiones físicas son realizadas por oficiales de seguridad del mismo sexo que la persona sometida al control y este puede solicitar un área privada para la revisión y un testigo del procedimiento si lo desea.
 
Un promedio de dos millones de personas diariamente son revisadas por la TSA en los aeropuertos de Estados Unidos. Luego de pasar por un escáner, un número no determinado de personas son sometidas a una revisión física. Quienes se niegan a usar el escáner son  sometidos a las revisiones físicas obligadamente. El control físico implica igualmente un incremento en el tiempo de control aeroportuario.
 
El nuevo procedimiento es consecuencia de un reporte del 2015 que cuestionaba la seguridad de la revisión en los procedimientos utilizados por la TSA. Otro cambio afecta al programa de inclusión controlada que permitía usar filas especiales PreCheck en horas pico. Los pilotos y personal de a bordo en las líneas aéreas también se encuentran incluidos en las nuevas normas.