otra época del año, representan el pico más alto en cuanto a afluencia de visitantes.

Mucha gente tradicionalmente se vuelca al interior aprovechando estos días feriados para visitar parientes y familiares, y dan fe de ello las salidas constantes de ómnibus y la multitud en la Terminal, así como el intenso movimiento vehicular en las rutas. Específicamente desde la Argentina, en estos días santos, se registra habitualmente un alto ingreso de paraguayos residentes en el exterior. Este año no fue la excepción y familias enteras se reencontraron con parientes y amigos en distintos puntos del interior.

Las actividades religiosas, propias de estos días, constituyen también importantes atractivos turísticos, y así la tradicional procesión de Tañarandy, en San Ignacio, o el ascenso al cerro de Yaguarón tienen  una convocatoria multitudinaria que hace desbordar la infraestructura turística de su zona de influencia. Otros polos de atracción, como Villa Florida, también registraron altos niveles de ocupación.

Por otra parte, nuestra ciudad muestra una cara habitualmente más tranquila y silenciosa que en el resto del año, aunque esta vez – especialmente el sábado – vimos muchos vehículos con chapas extranjeras y hasta si se quiere, una intensa actividad comercial en determinados puntos. Algunos hoteles céntricos registraron una interesante ocupación y aunque no vimos los grupos de uruguayos que habitualmente pasan por nuestro país camino a las Cataratas en esta su Semana de Turismo, la cantidad de visitantes extranjeros en la capital tuvo niveles aceptables.

Ya tendremos tiempo de cotejar los datos oficiales pero estamos seguros que reflejarán la realidad que no fue mala (a propósito de esto, todavía recordamos aquel informe de la Senatur, años atrás, en una anterior administración, donde se hablaba de una ocupación que no correspondía a la realidad, lo que obligó a los hoteleros a preguntar públicamente donde se habían alojado los turistas mencionados en el informe, pues en los hoteles no habían estado).

Las cosas han cambiado y especialmente la promoción de destinos nacionales y las diversas actividades propias de cada lugar están bien organizadas y promocionadas. Además de esto, la Senatur – en otra acción muy positiva - se halla abocada a desarrollar un turismo más responsable, sin desbordes, ni excesos y cuidando la seguridad de todos los viajeros. Para ello, en esta ocasión realizó un trabajo conjunto con autoridades policiales y municipales en cada sitio con masiva afluencia de visitantes y los resultados están a la vista. Esta vez no se registraron los vergonzosos casos de años pasados.

El feriado largo, pues cierran prácticamente todos los comercios, las oficinas públicas, los bancos, los institutos de enseñanza, etc., hizo que nuestra capital quede semidesierta por el éxodo masivo vacacional de sus habitantes. Para las agencias de viajes, fue el momento de promocionar y vender excursiones terrestres a destinos regionales. Este año, aunque no se alcanzaron cifras de años anteriores, el movimiento fue aceptable y las agencias consultadas están conformes con las ventas logradas.