La medida, a implementarse en el presente mes, ponía fin a la obligación que tenían las compañías aéreas de despachar en bodega, sin costo alguno una maleta de hasta 23 kilos en los vuelos domésticos y dos maletas de 32 kilos en los vuelos internacionales. Sin embargo, un juez federal suspendió el lunes 13 de marzo la aplicación de la mencionada tasa.
Para la Anac, la medida traería beneficios a los pasajeros pues sus propios estudios y el comportamiento del mercado en el resto del mundo demuestran que el fin de la franquicia produce beneficios y se refleja en nuevos y mejores servicios. Las aerolíneas podrán reducir el volumen que cada pasajero puede transportar gratuitamente y, con aeronaves menos pesadas, ofrecer en compensación pasajes por menor precio para los consumidores pues conociendo con anticipación cuánto equipaje deberá transportar en cada vuelo la compañía aérea podrá prever el espacio a ser utilizado y destinar el restante a cargas.
La medida es vista con agrado por las líneas aéreas. Así, Paulo Kakinoff, presidente de GOL, una de las primeras compañías en sentar su posición al respecto, calificó la acción de "saludable para el sector aéreo brasileño". El ejecutivo señaló que la eventual disminución de tarifas traeria un aumento significativo en el número de pasajeros, al tiempo de crear un escenario más justo de concurrencia que permitiría al sector una mayor evolución.
Por su parte, el juez que vetó la medida señaló que la nueva disposición, dejaría al consumidor expuesto "al abuso económico por parte de las empresas", las cuales ya tienen liberado el costo de los pasajeros y ahora también el costo del equipaje a despachar.
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