Cuando el trabajo de promoción del país no tiene pausas y se están logrando resultados positivos, hechos como el que mencionamos a continuación lo afectan negativamente. Sabemos que la Senatur y asociaciones del sector privado han tomado cartas en el asunto. Ahora es el momento de que las autoridades pertinentes, Municipalidad y Policía, pongan las cosas en orden.

Transcribimos la nota que nos remitiera Héctor Martín Molinas, que se explica por si sola:

“Les escribo con la esperanza de encontrar algún bálsamo a esta tragedia que vivimos cada noche, madrugada en el centro de Asunción.  La historia es la siguiente: Soy propietario de una pequeña empresa de transporte turístico, habilitada por la municipalidad de Asunción, y por ende todos nuestros vehículos tienen la habilitación, patente de turismo del municipio, son inspeccionados por IVESUR, además de estar certificados por la Senatur, Dinatran  etc. y trabajamos – avalados por un contrato – brindando servicios de traslados a pasajeros del Hotel Armele, especialmente a grupos de estudiantes brasileños que se alojan en dicho hotel. Nuestro trabajo consiste en recibirlos en el aeropuerto y/o terminal de buses, trasladar todos los días a dichos pasajeros  (turistas de estudio) desde el hotel a las diferentes universidades y vise versa y el día de salida hacia su país llevarlos desde el hotel  hacia el aeropuerto. Y es en ese momento que ocurre algo que ni siquiera se puede imaginar en las peores pesadillas. Cuando nos disponemos a trasladar a los pasajeros, a solicitud del hotel y de los mismos pasajeros al aeropuerto, generalmente en horas de la madrugada nuestros vehículos son flanqueados por los taxis de las paradas 02 y 03 que interponiendo sus autos nos impiden circular y obligan a los pasajeros a descender alegando una supuesta preferencia de prestar el servicio de transporte en esa zona. Los pasajeros, en medio de la confusión y el caos del momento no entienden si se trata de un asalto ya que la violencia y prepotencia con que actúan los taxistas es muy grande. Como es de imaginar llamamos al 911 y a la comisaría de la zona que es la 1ª y llegan los policías sólo para presenciar como estos atacantes se trenzan en discusiones y maltratos con los pasajeros que son obligados a descender de los móviles contratados por el hotel, ya con los minutos contados y el temor de perder el vuelo que los llevará por fin fuera de este infierno, son trasladados en contra de su voluntad y a quien sabe que precios, en medio del mayor susto de sus vidas y la peor imagen de nuestro país. Creo que actos de esta naturaleza no deberían repetirse pero ya he perdido la cuenta  de la cantidad de denuncias y pedidos de cobertura policial que hemos solicitado para el resguardo de estos sufridos turistas e incluso tengo una denuncia realizada en la fiscalía pero los trámites llevan su tiempo y mientras tanto estas agresiones se siguen consumando noche tras noche. Hemos pedido ayuda a la Senatur, a la Dinatran y se están tomando las providencias pero el mal se repite todos los días,  esto es tierra de nadie prácticamente cada  madrugada  también recurrimos al comisario de la comisaría  1º que por cierto nunca nos recibió.

Hacemos pública esta situación con la esperanza de que esta nota pueda trascender y de esa manera apresurar a los que deben garantizar la seguridad de los visitantes brasileños  y habitantes del paraguay. Hoy día 27 de enero a las 02:30 horas habiendo sufrido nuevamente el ataque de los furibundos taxistas con pasajeros brasileños ruego vuestra mediación”.