United Airlines, la tercera compañía en los Estados Unidos, comenzó el 15 de abril a aplicar una normativa que obliga a los clientes obesos - entran en la categoría de obesos los pasajeros que no caben dentro del asiento de la clase turista, no pueden abrocharse el cinturón de seguridad o bajar los apoya brazos laterales -  a comprar dos asientos para viajar en clase turista cuando el avión va completo. La decisión, que pretende mejorar las comodidades de todos los pasajeros durante el vuelo, afecta económicamente al 30% de la población adulta del país y al 16% de los niños que padecen la obesidad en EE UU, según el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de ese país. Las restricciones por sobrepeso no son nuevas en la aviación estadounidense. Anteriormente, compañías como US Airways, Continental Airlines o Southwest Airlines adoptaron medidas que regulaban cuándo un pasajero debía comprar un segundo billete en caso de necesitar más espacio. United afirmó que se tomó la decisión de penalizar a los pasajeros obesos después de recibir más de 700 quejas el año pasado en las que los usuarios del servicio protestaban por tener que compartir su espacio con personas muy voluminosas. El costo adicional, bien por la compra de un segundo pasaje, bien por cambiar el billete de turista por el de una clase superior (normalmente dispone de butacas más amplias) sólo se aplicaría en el caso de que el avión fuese lleno y la tripulación no pudiese reubicar al pasajero obeso donde hubiese dos lugares libres.