Pero fue en el turismo donde Jaime encontró la pasión de su vida. Por muchos años dirigió una agencia de viajes, a través de la cual organizaba excursiones por todo el mundo, con una característica permanente: el acompañaba y dirigía todos esos viajes llevado por su eterna vocación viajera. Perteneció a la Comisión Directiva de Asatur en varias ocasiones y fue un querido miembro del Skal Club, a cuyas reuniones asistió siempre en forma regular, a tal punto que lo vimos por última vez en la pasada cena de fin de año. Acompañamos con nuestros sentidos pésames a sus familiares y como amigos y compañeros de ruta, mantendremos viva la memoria de Jaime Arditi como la de un hombre ejemplar, multifacético y exitoso, que llevó adelante una vida llena de emprendimientos y logros.