De acuerdo a lo informado por el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, se invertirá la suma de US$ 13.000 millones para la remodelación y construcción de dos nuevas terminales aéreas en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, con el objetivo de ampliar su capacidad y optimizar los servicios en cada una de las operaciones.


Si bien, dicho proyecto ya había sido anunciado a mediados de 2017 y en un principio el presupuesto involucraba la inversión de US$ 10.000 millones, actualmente el proceso de reurbanización irá un poco más allá de las estimaciones elevando así el costo de la transformación.


Terminal Sur


Concretamente una de las terminales estará ubicada en el lado sur del aeropuerto abarcando una superficie de 270.000 metros cuadrados; esta reemplazará a la actual Terminal 1 (de 20 años de antigüedad), la Terminal 2 (de 56 años de antigüedad y ya obsoleta), y ocupará el espacio vacante de la Terminal 3 que fue demolida en 2014. Demandará US$ 7.000 millones y será desarrollada por la compañía Terminal One Group (un consorcio de aerolíneas que incluye a Lufthansa, Air France, Japan Airlines y Korean Air Lines).


Luego de completar las obras, se prevé habilitar 23 nuevas puertas de embarque internacionales, 22 de las cuales estarán diseñadas para acoger aeronaves grandes como el Boeing 787 Dreamliner o Airbus 380, que pueden transportar hasta 500 pasajeros. Contará además con 21.000 metros cuadrados de comercios y restaurantes; 11.000 metros cuadrados de salones; y más de 5.000 metros cuadrados de áreas verdes.


Terminal Norte


Asimismo, esta parte del proyecto de US$ 3.000 millones con una extensión de 111.000 metros cuadrados será desarrollada por JetBlue, que planea demoler la Terminal 7 (48 años de antigüedad y ya obsoleta) y unirla con el espacio vacante de la Terminal 6 (demolida en 2011); además de la creación de un complejo internacional conectado con la actual Terminal 5.


Esta nueva terminal tendrá 12 puertas de embarque internacionales que de igual manera podrán recibir aviones de fuselaje ancho, acompañado de más de 12.000 metros cuadrados de comercios, espacios recreativos, etc.


Las nuevas instalaciones ampliarán la capacidad del JFK, pudiendo recibir 75 millones de pasajeros anualmente para 2030. Tendrán techos altos, luz natural y arquitectura vanguardista junto con áreas verdes interiores, exhibiciones artísticas, monumentos de la ciudad, restaurantes, bares, cafeterías, wifi gratuito, entre otras novedades.
En este sentido las primeras puertas de embarque estarán listas para el 2023, mientras que el proyecto será finalizado en 2025.