"No podemos mantener las restricciones fronterizas para siempre, y para ser absolutamente claros, tampoco queremos hacer eso, ni tampoco los expertos con los que hablamos. Los cierres fronterizos fueron solo una medida temporal para mantener a COVID fuera antes de una vacuna fuera desarrollada y administrada", dijo la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Arder.
En preparación para una reapertura gradual el próximo año, el gobierno de Nueva Zelanda anunció que trabajarían para acelerar el programa de vacunación. El país espera implementar un sistema escalonado basado en el riesgo para las llegadas extranjeras, con reglas que dependen de su país de origen. En cualquier caso, solo se permitirá la entrada a los viajeros vacunados, pero los que provengan de países de alto riesgo aún necesitarán estar en cuarentena durante dos semanas en una instalación administrada; mientras que a los de países de riesgo medio se les podría permitir aislarse por sí mismos o tener una cuarentena reducida; y los de países de bajo riesgo podrían ingresar sin ningún tipo de cuarentena.
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