Las vacunas primarias de dos aplicaciones de Pfizer y Moderna, así como la Johnson & Johnson de una sola aplicación ofrecen una excelente protección contra los síntomas graves, hospitalizaciones y fallecimientos. Estas dosis primarias deben tener prioridad sobre cualquier aplicación de refuerzo pero los CDC recomiendan una inyección de refuerzo para grupos específicos con el propósito de aumentar la respuesta de inmunidad contra el coronavirus y brindan protección adicional contra la enfermedad, incluida la variante Delta pues consideran que la protección disminuye con el tiempo.

Determinadas personas tienen un riesgo mayor de infección o complicaciones graves por COVID-19 debido a su edad, afecciones cardiacas subyacentes o porque en su actividad diaria se encuentran cerca de personas que las ponen en riesgo de contagio.

El momento recomendado de aplicación de la tercera dosis es luego de seis meses de haber recibido la aplicación completa de las vacunas primarias. Una guía provisional actualizada de los CDC facilita que millones de estadounidenses en situaciones de mayor riesgo de contraer COVID-19 reciban una inyección de refuerzo para ayudar a aumentar su protección.

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Ante la aparición de nuevas cepas como la variante Delta y el aumento de contagios en algunos estados. , una vacuna de refuerzo ayudará a fortalecer la protección contra enfermedades graves en aquellas poblaciones que tienen un alto riesgo de exposición a COVID-19 o las complicaciones graves de la enfermedad.

Los CDC continuarán monitoreando la seguridad y efectividad de las vacunas COVID-19 para garantizar recomendaciones apropiadas para mantener seguros a todos los estadounidenses. En nuestro país, ya se inició la aplicación de terceras dosis a personal de salud y personas de 50 años en adelante que hayan recibido su segunda dosis hasta el 30 de abril.