“La decisión de extenderlo tiene como objetivo continuar las discusiones con las autoridades competentes para alinear las medidas necesarias para la reanudación de los cruceros”, dice Clia Brasil en un comunicado distribuido recientemente. “Los protocolos de la industria de cruceros superan a la mayoría de las otras industrias y siguen siendo efectivos para mitigar el riesgo de Covid-19. Además, el sector es el único que continuamente monitorea, recopila y reporta información de casos directamente a las agencias gubernamentales”, defiende la asociación.
La suspensión de los cruceros generará un impacto negativo en la economía brasileña, ee estima, según estudio de CLIA Brasil que cada barco genera alrededor de 350 millones de reales en impacto para la economía. Además por cada 13 cruceristas se crea un puesto de trabajo.
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