Con cuatro líneas, la tirolesa que conectará el Cerro Pan de Azúcar con el Morro de Urca, ubicado en el mismo barrio de la ciudad, desplazando al teleférico que sube al célebre monumento carioca como única opción de vista privilegiada de la ciudad. Desde su instalación a comienzos del siglo XX, el famoso Bondinho transportó a más de cinco millones de personas al monumento natural conformado por dos cerros.
El funcionamiento de la tirolesa se iniciará en noviembre, coincidentemente con el aniversario número 110 del Bondinho. El proyecto para la tirolesa aún depende de trámites burocráticos, pero prevé estar disponible para los visitantes antes de fin de año, y así ofrecer una nueva perspectiva a quienes quieran admirar el paisaje carioca, con una panorámica de la Bahía de Guanábana.
Para Sílvio Nascimento, presidente de Embratur, “El Pan de Azúcar es una postal, un símbolo del turismo mundial, como tantos otros hitos icónicos en todo el planeta. Es un regalo de los cariocas a los visitantes, brasileños y extranjeros; y esperamos que la tirolesa atraiga a más personas a la ciudad para vivir una experiencia única y emocionante”.
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Inaugurado en 1909, el teleférico del Pan de Azúcar fue el primero de Brasil y el tercero del mundo. Actualmente es el más antiguo en funcionamiento a nivel global y de ser un punto turístico se ha convertido en un polo gastronómico y de entretenimiento, con shows y eventos en vivo, de día y durante la noche.
Desde la cima de los dos morros es posible admirar el deslumbrante paisaje urbano, que incluye la playa de Botafogo, la costanera de Copacabana y la entrada de la Bahía de Guanabara. En el verano, el anfiteatro ubicado en la cumbre del cerro de Urca es escenario de conciertos y actividades de entretenimiento, sumando a la noche un show de luces en homenaje de la ciudad.
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