La medida ya se encuentra vigente en todos los buques de la compañía y busca evitar las molestias que generan habitualmente los menores que acaparan los ascensores, juegan en pasillos o escaleras, golpean las puertas de las cabinas, provocan rudos y molestias a altas horas de la noche.

La medida considera sanciones estrictas señalando que “cualquier pasajero que infrinja el toque de queda o cuyo comportamiento contradiga nuestras normas, podría ser puesto en tierra en el siguiente puerto, por su cuenta, y no se le permitirá volver a hacer un crucero en nuestros barcos", añade el sitio.

Las denuncias de incidentes que violan las medidas impuestas serán investigadas antes de aplicar alguna medida, y es probable que se emita una advertencia antes de tomar acciones drásticas, dependiendo de las circunstancias individuales y de la gravedad del incidente.

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Estos cambios se producen después de que en las últimas semanas hayan aumentado los incidentes a bordo, con altercados entre grupos de pasajeros que incluso llegaron a la violencia. Los incidentes denunciados no se limitan a Carnival, ya que otras compañías de cruceros también registraron casos similares.