El distrito esencialmente integra una ciudad mediana. En un día cualquiera, hasta 350 000 personas se encuentran en las 11 000 hectáreas de Disney World como visitantes de sus parques temáticos, huéspedes de hoteles que pernoctan o empleados. El distrito  con 55 años de trayectoria gestiona el tráfico, elimina los desechos y hasta controla la proliferación de mosquitos.

El proyecto plantea diversas situaciones a futuro entre las que mencionamos los beneficios del control a cargo de una empresa o corporación privada como ocurre actualmente o un nuevo control por funcionarios públicos nombrados por el gobernador del estado Ron DeSantis. Inevitablemente también surge la duda de si estos nuevos funcionarios tendrán la experiencia necesaria para hacer funcionar el distrito en forma eficiente como hasta hoy.

La creación del distrito de Reedy Creek fue fundamental en la decisión de Disney de construir en las cercanías de Orlando en la década de 1960, cuando  líderes de la compañía le dijeron al estado que planeaban construir una ciudad futurista: la Comunidad Prototipo Experimental del Mañana, también conocida como Epcot.

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La ciudad propuesta incluiría un sistema de tránsito rápido e innovaciones de planificación urbana, por lo que Disney necesitaba autonomía en el distrito para construir y tomar decisiones. La ciudad futurista nunca se materializó y, en cambio, Epcot se transformó en un segundo parque temático que se inauguró en 1982.

El proyecto de ley prohíbe que cualquier persona que haya trabajado o haya tenido un contrato con un parque temático o un complejo de entretenimiento en los últimos tres años, o sus familiares, formen parte de la junta de supervisores del distrito renovado, una prohibición que, según algunos expertos, elimina a las personas con experiencia en el área y para quienes defienden esa postura obedece a evitar cualquier tipo de conflicto de intereses entre los nuevos miembros de la junta.

El nuevo distrito se denominará Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central en lugar de Disney. Se limitará la autonomía del distrito que quedará sujeto a la supervisión y regulación de las agencias estatales. 

DeSantis inició su enfrentamiento con Disney el año pasado cuando el gigante del entretenimiento se opuso públicamente a lo que los críticos llaman la ley "No digas gay", que prohíbe la instrucción sobre orientación sexual, identidad de género y otras lecciones consideradas no apropiadas para la edad desde jardín de infantes hasta tercer grado.  Los críticos republicanos del distrito de Disney también argumentaron que le ha dado a la empresa una ventaja injusta sobre sus rivales en la emisión de bonos y la financiación de planes de expansión.

Hasta ahora, Disney no respondió a preguntas sobre la presentación de recursos legales ante el proyecto  de ley. “Disney trabaja bajo varios modelos y jurisdicciones diferentes en todo el mundo, e independientemente del resultado, seguimos comprometidos a brindar la experiencia de la más alta calidad para los millones de visitantes que visitan cada año”, dijo Jeff Vahle, presidente de Walt Disney World Resort en un comunicado.