Incidencias políticas habían impedido la privatización del 51%  de la compañía acordado en setiembre del 2023 por el gobierno socialista anterior. El proceso de privatización se reiniciará en 2025, anuncian desde el Gobierno destacando que “cualquiera que sea el modelo final de privatización, la marca de TAP y su hub de Lisboa se mantendrán. Tampoco se reducirán las rutas estratégicas que  incluyen a Brasil, Angola, Mozambique y Estados Unidos.

Lufthansa había manifestado su interés en obtener una participación del 19,9 en TAP, porcentaje que no requeriría la aprobación de la Comisión Europea. Igualmente,  también Air France KLM ha expresado estar abierta a diferentes opciones, incluida una participación minoritaria; también IAG ha admitido en distintas oportunidades el deseo de agregar al grupo la compañía portuguesa.

En nuestro continente, Aerolíneas Argentinas también mantiene una fuerte incertidumbre sobre su futuro. Las protestas sindicales han llevado al Gobierno a optar por la privatización debido principalmente al sobredimensionamiento de la estructura de la compañía. Aerolíneas Argentinas tiene una flota de 84 aviones y el 62 % de los pasajeros en vuelos domésticos, un mercado en plena transformación debido a la política de 'cielos abiertos' que impulsa el Gobierno.

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