Sus playas paradisíacas y la calidez de su gente convierten a República Dominica en un destino preferido para vacacionar donde Punta Cana es uno de sus puntos clave. Pero el país posee una increíble historia que vale la pena descubrir y se concentra en su capital: Santo Domingo.
El propio hijo de Colón, Don Diego vivió en Santo Domingo, más precisamente en un Palacio Virreinal de 55 habitaciones que mandó a construir el rey Fernando El Católico. Hoy se conoce como el Alcázar Colón y es un museo que está ubicado en la Plaza España. La Catedral Primada de América, construida a mediados del siglo XVI, es la catedral más antigua de América y el edificio religioso más importante de Santo Domingo. De estilo gótico y barroco, el altar está íntegramente tallado en madera y bañado en oro. El Panteón de la Patria es otro de los sitios imprescindibles que visitar en Santo Domingo, un monumento que rinde homenaje a los héroes nacionales. De estilo neoclásico, sirve como mausoleo de los próceres de la independencia dominicana.
En la Plaza España se ubica el Museo de las Casas Reales, una joya cultural que permite a los visitantes sumergirse en la historia de la isla y la época colonial española. Traslada a quienes la visitan a la época del descubrimiento de America. Hay mapas marítimos de Cristóbal Colón y tesoros de embarcaciones hundidas.
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Pero no todo son edificios históricos en Santo Domingo. A tan sólo 30 kilómetros de allí se encuentra Boca Chica, la playa más buscada tanto por locales como por turistas. Al explorar la costa remando, es posible apreciar el famoso bosque de manglares que tiene un nombre muy peculiar: La Matica.
Además de siglos de historia plasmados en sus edificios, playas paradisíacas y el más puro cacao, Santo Domingo también es el hogar de un rincón mágico: La cueva de las maravillas. Se trata del primer museo de arte rupestre de las Antillas, con una profundidad de 25 metros bajo tierra, ubicada en la Carretera San Pedro de Macorís – La Romana, en un espejo de agua entre los ríos Soco y Cumayasa. Exhibe más de 500 pictografías de gran valor estético y arqueológico y en algunos puntos, sus techos están repletos de estalactitas.
Para vivir todas estas experiencias, lo ideal es hospedarse en un lugar que esté cerca de todo. Entre las opciones de alojamiento que ofrece Santo Domingo se destaca Aloft Santo Domingo Piantini, ubicado a tan sólo 27 minutos del centro colonial y a poco más de 30, del aeropuerto. Con una impresionante piscina al aire libre en el rooftop, gimnasio y un restaurante para degustar delicias locales con un toque gourmet, Aloft Santo Domingo es el más elegido para aquellos que buscan confort y fácil acceso.
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