La orden de la Administración Federal de Aviación de reducir el tráfico aéreo en 40 de los aeropuertos más concurridos de Estados Unidos abarca ubicaciones en más de dos docenas de estados y es probable que tenga repercusiones mucho más allá de esos lugares específicos.

Las aerolíneas estadounidenses se encuentran implementando gradualmente cientos de recortes de vuelos en los aeropuertos más concurridos e importantes centros de conexión ubicados en destinos turísticos populares, como Atlanta, Denver, Dallas, Orlando, Miami y San Francisco. En algunas de las ciudades más grandes, como Nueva York, Houston y Chicago, varios aeropuertos se verán afectados.

Las aerolíneas irán implementando los recortes de forma gradual siguiendo las directrices de la FAA, comenzando con la eliminación del 4% de los vuelos en los 40 aeropuertos el viernes y aumentando gradualmente hasta el 10%. 

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Las reducciones de vuelos se aplican para aliviar la presión sobre los controladores aéreos, quienes trabajan sin cobrar durante el cierre del gobierno que ya supera los 35 días. Se anticipan demoras generalizadas y miles de pasajeros afectados en rutas nacionales e internacionales durante el fin de semana.