ITA ocupará el vacío provocado por la desaparición de Alitalia y utilizará sus slots aeroportuarios, algunas aeronaves y rutas. Tendrá como base el Aeropuerto Internacional de Fiumicino, en Roma, y un segundo hub en el aeropuerto de Linate, en Milán. 

Al inicio de operaciones, ITA contará con una flota de 52 aviones, siete de los cuales son de fuselaje ancho y 45 de fuselaje estrecho con expectativas de crecimiento a 78 aviones en 2022. El CEO de la nueva compañía, Fabio Lazzerini señaló que “a partir de 2022 esperamos comenzar a introducir aviones de nueva generación en la flota, que irán reemplazando progresivamente a los aviones de antigua tecnología. A finales de 205 las expectativas de crecimiento señalan una flota de 105 aviones, 23 de fuselaje ancho y 82 de fuselaje estrecho, con 81 aviones de nueva generación que nos permitirán reducir el impacto ambiental y optimizar la eficiencia y calidad de la oferta”.

En un inicio, ITA tendrá una plantilla laboral de hasta dos mil 950 trabajadores, un número muy reducido en comparación con los once mil 500 que tenía Alitalia en 2019. El proceso de reorganización y relanzamiento de la aerolínea de bandera italiana lleva más de cuatro años, desde que el gobierno nacional declarara su quiebra en 2017 (aunque Alitalia no había registrado ganancias desde 1998). 

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Finalmente, el nombre y la marca Alitalia, al igual que la tarjeta MilleMiglia de Alitalia serán subastados una vez que la aerolínea deje de operar.