El último vuelo partió de Cagliari con destino a Roma el jueves 14 de octubre y abrió las puertas a ITA, una compañía pública que se inicia con una flota de 52 aviones que cubrirán 45 destinos y 61 rutas. La nueva compañía tendrá un plantel de 2.800 trabajadores, un tercio de la plantilla total de Alitalia que en total dejará a casi 8.000 funcionarios sin empleo. El final de Alitalia deja a cerca de 250.000 pasajeros en tierra, motivo que obligó al gobierno italiano a destinar un fondo de 100 millones de euros para cubrir reembolsos y reubicaciones de pasajeros en otras empresas.

En forma provisoria la nueva aerolínea estatal seguirá operando bajo la marca de Alitalia, usando sus colores y la tripulación mantendrá sus uniformes. El primer vuelo de ITA salió de Fiumicino a las 6:30 horas de este viernes con dirección a Linate.

Alitalia fue fundada en 1946 y en los años 80 se encontraba posicionada como la tercera compañía aérea europea. La liberalización del transporte aéreo en los 90 marcaría el inicio de sus problemas económicos que llevaron a su privatización en 1996 y a una frustrada operación de fusión con Air France.

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La compañia soportó 25 años de problemas económicos y crisis marcados por protestas con sindicatos y fallidos intentos de venta. En 2008, un consorcio empresarial adquirió la compañía en un intento de reorganizarla y recuperarla que finalmente fracasaría. En 2014, aparece Etihad que adquiere el 49% de Alitalia y dos años después decide no invertir más en ella.

A partir de ese momento, el gobierno italiano otorga préstamos de emergencia violando incluso normativas de la Unión Europea en cuestiones de ayudas estatales hasta su anunciado final.