Tradicionalmente la Semana Santa es un periodo utilizado para el reencuentro con familiares del interior del país y por consiguiente, favorable para el turismo interno. El año pasado, la actividad turística estimulada por la disminución de las restricciones generadas por la pandemia y las ansias reprimidas de viajar, registró niveles importantes de crecimiento. Este año, el eficiente trabajo realizado por la Senatur y empresarios privados apuntando a dinamizar la actividad turística en estos días feriados, sumado a las condiciones actuales mantuvo esta tendencia positiva.

La Terminal de Ómnibus de Asunción registró un número importante de pasajeros a los principales destinos del interior del país, al igual que las rutas que mostraban un intenso movimiento de vehículos particulares. Los establecimientos hoteleros del interior del país contemplaban, por las reservas registradas, una importante ocupación al igual que las posadas turísticas.

Fue muy importante el trabajo realizado en las distintas localidades, la eficiente labor de promoción de atractivos naturales, culturales y especialmente las celebraciones religiosas que en estos días adquieren una destacada dimensión. A todo esto debemos sumar las acciones previstas en materia de seguridad que involucraron a efectivos de la Policía Nacional, de la Policía Municipal de Tránsito y de la Patrulla Caminera, así como a las acciones encaradas por la Senatur vinculadas a la atención a los visitantes en todos los departamentos del país.

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En un capítulo aparte, las posadas turísticas tuvieron un protagonismo destacado especialmente en Paraguarí, Cordillera, Misiones e Itapuá, al igual que San Bernardino. La Campaña Buen Anfitrión, impulsada por la Senatur y la Dinac tradicionalmente presente en determinados eventos también estuvo presente en esta ocasión mostrando la calidez y hospitalidad del país a sus visitantes.