La proporción más alta de la capacidad de las aerolíneas low cost o de bajo costo, se encuentra en el sur de Asia con un 63%, seguido del sudeste asiático con un 52%. La participación de las aerolíneas de bajo costo disminuyó durante la pandemia principalmente en los años 2020 y 2021 pero la recuperación se inició en 2022.

“Casi todas las regiones del mundo han visto aumentar la participación de las líneas aéreas de bajo costo desde marzo de 2019, con la excepción de la parte superior de América del Sur y el noreste de Asia, que tienen una participación relativamente baja de capacidad de estas aerolíneas”, afirmó Deirdre Fulton, analista de OAG. Sin embargo, existen países donde estas líneas aéreas superan la capacidad programada, así se menciona a India donde la cuota de las aerolíneas de bajo costo (LCC) alcanzó el 74%; o Hungría con 70%, Bosnia y Herzegovina con 69%, Macedonia del Norte con 67%, Puerto Rico con 64%, México con 58% de la capacidad total del país y Brasil con el mismo porcentaje.

 “Los países donde las LCC son dominantes pueden ser relativamente pequeños en términos de capacidad general, pero colectivamente representan más del 20% de la capacidad global, casi el doble de la posición en 2019, donde solo fueron el 11%”, afirmó la analista. En mercados más grandes se puede destacar al Reino Unido donde las LCC operan el 48% de toda la capacidad o a Turquía y Australia también con porcentajes elevados.

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 “Regularmente se pregunta si el término aerolínea de bajo costo sigue siendo relevante pues podría percibirse que la delimitación entre LCC y las aerolíneas tradicionales se está difuminando, y que ahora hay aerolíneas que adoptan un modelo verdaderamente híbrido, como FlyDubai con su combinación de conexiones de red y tarifas más bajas que su aerolínea hermana, Emirates”, indicó Fulton. Asimismo, aerolíneas como Ryanair, Southwest y AirAsia se han convertido en nombres familiares y dominan sus mercados de origen. 

En la última década se ha visto surgir una subcategoría de aerolíneas denominadas de ultra bajo costo (ULCC), con aerolíneas como Ryanair, Wizz Air, Spirit y Allegiant que se anuncian a sí mismas como sin lujos y su diferenciación es una oferta central de un nivel básico de servicio con un menú de opciones que los pasajeros pueden agregar, incluida la asignación de asientos, la cabina y el equipaje facturado. 

Una mayor afluencia de capacidad significa que las LCC seguirán creciendo, absorbiendo las redes de corta distancia de los operadores tradicionales y evaluando continuamente nuevas oportunidades de ruta.