El archipiélago caribeño, formado por más de 700 islas, islotes y 16 destinos insulares, se protege y permanece vivo preservando su riqueza. Hogar de especies en peligro como la iguana de roca de Las Bahamas y el flamenco antillano, considerado el ave nacional del país, la región es también escala de numerosas especies de aves migratorias y arrecifes de coral.
Para los turistas, hay innumerables posibilidades de realizar actividades al aire libre y en contacto directo con la naturaleza, como snorkel y submarinismo, que garantizan la oportunidad de aprender, concientizar y marcar la diferencia en la conservación de la vida marina.
Entre las opciones destacadas para los submarinistas están los agujeros azules, maravillas geológicas que aparecen en número récord en Las Bahamas. Estos profundos agujeros de agua circulares en el océano y en el interior de las islas se cuentan entre las atracciones más visitadas. Uno de ellos es el Captain Bills Blue Hole, situado en el Parque Nacional Central de Andros, con una circunferencia de 440 metros y una profundidad de 30 metros.
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Las cuevas son igualmente visitas ineludibles. El intrincado sistema de cavidades en las rocas se ha desarrollado a lo largo de los siglos y lleva las marcas del tiempo y los antiguos petroglifos del pueblo Lucayan-Aeawak. De hecho, muchas de ellas están sumergidas y hacen las delicias de los buceadores más experimentados. Es el caso de Ben‘s Cave, llamada así por Ben Rose, el primer miembro de la UNEXSO (Underwater Explorer's Society) que exploró el lugar, uno de los sistemas de cuevas más extensos con agua dulce en la superficie, que sólo pueden explorar las personas acompañadas por instructores de buceo.
La observación de aves u otras especies de la fauna local, el senderismo por impresionantes trazados, el kayak y el geoturismo en las islas menos pobladas del archipiélago, los parques nacionales y los innumerables paseos en barco complementan la experiencia de inmersión en un ecosistema y una cultura únicos, a través de programas como Protecting Home. En Las Exumas existe un programa, dirigido por el Bahamas National Trust, que gestiona y protege los parques del país. Allí se pueden ver tortugas, tiburones, delfines y un animal marino no tan común, el cerdo nadador, que hace las delicias de los niños.
Un itinerario de ecoturismo en Las Bahamas muestra cómo el compromiso con la sostenibilidad forma parte de la vida de la población. Muestra cómo la biodiversidad de la fauna acuática, aérea y terrestre convive en armonía con la especie humana. En Las Bahamas, las políticas de conservación y desarrollo sostenible no son una moda o una tendencia. ¡Son una forma de vida!
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