El proyecto a ser desarrollado entre 2035 y 2050 incluye una tercera pista, dos nuevas terminales de pasajeros, ampliaciones en la zona de carga, tres nuevos accesos viales y un sistema interno de tren ligero conectado con la red de metro de Santiago que facilitará el desplazamiento de pasajeros y trabajadores al aeropuerto.
Cuando concluyan las obras, el aeropuerto podrá atender hasta 84 millones de pasajeros al año y operar 125 vuelos por hora. La superficie del complejo se duplicará, pasando de 1.070 a 2.368 hectáreas, principalmente hacia la zona de Pudahuel, al noroeste de la capital. También se incrementarán las posiciones de estacionamiento de aeronaves de 56 a 152 aviones.
El plan maestro incluye además nuevas instalaciones para mantenimiento de aeronaves, una sede modernizada para la Dirección General de Aeronáutica Civil, y una zona exclusiva para aviación general. La reorganización del área de cargas permitirá liberar espacio para futuras expansiones del terminal de pasajeros.
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El proyecto seguirá criterios de sostenibilidad, incluyendo energías renovables, certificaciones de eficiencia energética (CES) y un cinturón verde con áreas recreativas para las comunidades vecinas. También se contempla la eliminación de ocupaciones irregulares frente a la pista 17R.
La construcción comenzará en 2035, con finalización prevista para 2050. Según el gobierno chileno, el tráfico aéreo nacional ha crecido en promedio un 10% anual desde 2010, lo que justifica esta ampliación frente a la opción de construir un nuevo aeropuerto en la zona central.
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