Si bien las expectativas estaban centradas en recibir un mayor número de visitantes, principalmente extranjeros, fue un evento exitoso. Los números previos señalan un 75% de asistentes nacionales y un 25% de extranjeros. Los hoteles de Encarnación en los días de la competencia registraron un  100% de ocupación, al igual que el sector gastronómico obligando incluso a contratar personal adicional por la alta demanda existente.

En cuanto a organización, no existieron baches en la estructura de servicios. Se cumplieron y respetaron todas las exigencias exigidas por un evento de esta dimensión, tanto en seguridad, como en facilidades en los trámites migratorios al momento del ingreso al país, equipamiento y espacio acondicionado para los equipos participantes, asistencia sanitaria y como complemento final, un excelente comportamiento del público en todas las etapas y distritos incluidos como escenarios de la competencia.

Los datos previos señalan una inversión de aproximadamente 23 millones de dólares en tanto el retorno económico oscilaría entre 70 y 80 millones de dólares, sin considerar la importante exposición mediática de  nuestro país en medios y redes internacionales con un protagonismo destacado de la Misión Jesuítica de Trinidad escenario del gran cierre de la competencia.

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