El silencio del mar Caribe al anochecer se convierte en el escenario perfecto para remar en la oscuridad, acompañado únicamente por el suave sonido de las olas. Los kayaks, especialmente iluminados, brillan en la superficie del agua creando un efecto visual fascinante.
Durante el recorrido, los viajeros pueden encontrarse con la vida marina que habita en los arrecifes: desde tortugas gigantes que se deslizan bajo la embarcación, hasta langostas, peces saltando y, con un poco de suerte, incluso un Ballyhoo que podría dar un salto directo al kayak, dejando una anécdota digna de recordar.
La excursión tiene una duración aproximada de una hora, parte desde Island Harbour, está disponible para mayores de 8 años y permite un máximo de 9 personas por salida, lo que garantiza un ambiente íntimo y exclusivo.
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