Posteriormente el ministro de Turismo, Germán Cardozo reconfirmó la noticia señalando, “queridos hermanos argentinos, brasileños, chilenos, paraguayos, del resto de la región y del mundo, este verano no vamos a poder recibirlos como lo hacemos cada verano”, agregando que desde el Ministerio de Turismo se encuentran plenamente conscientes del “impacto que tendrá el sector por este cierre de fronteras, pero que ya se están pensando alternativas”.

El anuncio se dio en el marco de una conferencia de prensa donde se estaba abordando el avance de la pandemia de COVID-19 en Uruguay, que registró un aumento en el número de casos positivos en los últimos días. Uruguay es el país sudamericano menos afectado por el virus en el aspecto sanitario.

El país ha reportado un poco más de 2.700 casos de contagio y solo 53 fallecidos desde la declaración de emergencia sanitaria el 13 de marzo pasado.

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“La situación no se ha salido de control pero debemos tomar precauciones”, expresó el mandatario uruguayo agregando que la “pérdida de ingresos será importante”. Desde el Ministerio de Turismo mencionaron que en los próximos días se definirán incentivos orientados a incentivar el turismo interno como medida paliativa para el sector.

“Tenemos que ser conscientes y seguir cuidando a los uruguayos. El país tiene una capacidad limitada en cuanto a la posibilidad de la cantidad de test que se pueden hacer, de ese número tenemos que reservar la mayor cantidad posible para los uruguayos, por tanto tenemos que ser muy responsables y muy serios”, sostuvo el ministro Cardoso, agregando que “por el momento ni aquellos extranjeros que posean viviendas en Uruguay podrán venir si no tienen residencia en el país. Solo podrán ingresar quienes se encuentren incluidos en las excepciones establecidas por el Gobierno”, enfatizó. Será la primera vez que Uruguay no habrá sus fronteras en temporada de verano.