El cobro de la tasa turística tiene como objetivo ayudar a la ciudad y a sus ciudadanos a luchar contra el turismo excesivo y evitar grandes afluencias de visitantes durante los concurridos días festivos y fines de semana.

El nuevo impuesto se aplicará de viernes a domingo y en días festivos del 18 de abril al 27 de julio del año que viene, durante un total de 54 días, casi el doble de los existentes este año. Los turistas que no reserven con hasta cuatro días de antelación pagarán 10 euros (15 dólares) en lugar de los 5 euros (7,50 dólares) habituales.

El impuesto estará en vigor entre las 8.30 a las 16.00 horas. Se conceden exenciones a residentes, visitantes nacidos en Venecia, estudiantes y trabajadores, así como a turistas que tengan reservas de hotel u otros alojamientos.

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Al final de la primera fase de pruebas, el pasado mes de julio, las autoridades dijeron que el impuesto había recaudado 2,4 millones de euros, lo que representa alrededor de 1.000 entradas en cada uno de los días de prueba. Algunos grupos de ciudadanos y concejales de la oposición afirman que el cobro de acceso no ha logrado controlar en absoluto el turismo excesivo.