Integrada exclusivamente por líneas aéreas, IATA es el instrumento principal de cooperación en la promoción de servicios aéreos seguros, y fiables, en beneficio de los consumidores de todo el mundo.
En el momento de su fundación, IATA contaba con 57 líneas aéreas miembro de 31 naciones, la mayoría de Europa y Norteamérica. En estos momentos la industria del transporte aéreo regular internacional es más de 100 veces mayor que en 1945, y hoy cuenta con más de 340 miembros de 120 países de todo el mundo.
La IATA tiene como antecedente a la antigua International Air Traffic Association fundada en 1919, vigente hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en 1939.
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La IATA posterior a 1945 tuvo que asumir inmediatamente responsabilidades a escala mundial con una organización más sistemática y una mayor infraestructura reflejada en sus nuevos estatutos que promovían un transporte aéreo seguro, regular y económico en beneficio de los pueblos del mundo, fomentar el comercio aéreo y estudiar los problemas relacionados con el mismo; Proporcionar medios de colaboración entre las empresas de transporte aéreo dedicadas directa o indirectamente al servicio del transporte aéreo internacional; Cooperar con la recién creada Organización de Aviación Civil Internacional (OACI – la agencia especializada de las Naciones Unidas para la aviación civil) y otras organizaciones internacionales.
Ocho décadas después, IATA sigue aquí, y la aviación global se ha convertido en una enorme fuerza en el mundo. La industria está en el centro de una cadena de valor que contribuye en un 3,9% (4,1 billones de dólares) a la economía mundial. Y la aviación sostiene unos 86,5 millones de puestos de trabajo en todo el mundo.
“El mercado actual del transporte aéreo, hipercompetitivo y desregulado, ha hecho que viajar sea más accesible que nunca. En 1945, las compañías aéreas transportaban nueve millones de pasajeros. En 2025, transportarán nueve millones de pasajeros cada 16 horas. Esto sólo puede hacerse con normas mundiales. Si cada aerolínea, destino o regulador operara con normas o prácticas diferentes, el resultado sería el caos. Son precisamente estas normas y mejores prácticas globales las que han mantenido la relevancia de IATA, sobre todo la Auditoría de Seguridad Operacional de IATA (IOSA), una condición para ser miembro de IATA. Los servicios de IATA apoyan la eficiencia de las operaciones, desde garantizar que los pasajeros tengan toda la documentación correcta para su destino, hasta programas que ayudan a las aerolíneas a evitar turbulencias y herramientas que permiten a las partes interesadas de la aviación prever la demanda y distribuir su producto a escala mundial a través de intermediarios. Para los pasajeros, esto hace posible comprar un billete electrónico para viajar a cualquier parte en una sola moneda con una sola transacción y tener la total tranquilidad de que será aceptado cuando lleguen al aeropuerto”, destacó Willie Walsh, director general de IATA.
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