El cambio refleja el resultado final de una lucha emprendida años atrás por las compañías aéreas y aunque la aprobación de las nuevas reglas no fue por unanimidad, pues se contabilizó la oposición de España, Alemania, Portugal y Eslovenia, las aerolíneas lograron su objetivo.

El texto aprobado, rechazado por los cuatro países mencionados es considerado por los mismos un retroceso en los derechos de los pasajeros, y  todavía tiene que negociarse con el Parlamento Europeo. Podrán solicitar una compensación económica los pasajeros de vuelos con un retraso de cuatro horas si el trayecto es de 3.500 kilómetros y de seis horas, si supera esa distancia.

Las compañías argumentan, entre otros motivos, que el estricto régimen de compensaciones en ocasiones les obliga a cancelar un vuelo en lugar de indemnizar a los pasajeros por los retrasos.

Para leer las principales noticias turísticas de la semana, suscribite a nuestro newsletter de los viernes.