El acontecimiento tuvo gran convocatoria, y se notó la presencia de numerosos visitantes de otros países. Finalmente las luces iluminaron las construcciones en un atractivo espectáculo visual al mismo tiempo varios proyectores mostraban imágenes temáticas en las paredes del templo mayor. En una ambientación apropiada al evento, la orquesta Sonidos de la Tierra dirigida por Luís Zsarán estuvo presente prácticamente en todo momento, tanto a través de su actuación en vivo, como por medio de las instalaciones de sonido. En otros momentos, los sonidos naturales suaves dominaron en el ambiente de celebración. Un equipo de guías, identificados con túnicas blancas y distribuidos alrededor de las ruinas proveían asistencia a los visitantes organizando recorridos por el lugar y brindando detalles históricos culturales. Los visitantes quedaron fascinados, y muchos de ellos describieron al evento como Un verdadero viaje cultural al pasado.
En la entrada de las ruinas, se registró mucha actividad. Se ofrecían algunas bebidas y bocadillos, y se vendían artesanías de cuero y esculturas. La ministra Liz Cramer había dado una conferencia de prensa unas horas antes en presencia del arquitecto del proyecto Ettore Piras y otras autoridades. Allí aseguraron que las nuevas instalaciones no dañaron la estructura de las construcciones jesuíticas, y que de ser necesario, se podría remover todo el equipamiento sin muchos inconvenientes. Ettore Piras por su parte manifestó el valor sentimental que dejó en este proyecto, explicando que se sintió fascinado de revivir esta historia de los jesuitas.
También durante la conferencia de prensa, se lanzó oficialmente el matasellos conmemorativo con temas de las ruinas. Para el acto estuvieron presentes las autoridades del correo paraguayo. Las estampillas con imágenes de las ruinas empezarán a recorrer el mundo.
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