Como principal soporte de esta creciente demanda se menciona a turistas provenientes de los Estados Unidos y a turistas locales. Los visitantes procedentes de Estados Unidos representan el 50% del total, mientras que un 35% son mexicanos. El 15% restante corresponde a europeos y latinoamericanos según fuentes del sector.

Luego del bajón que representó la crisis turística provocada por el COVID-19 en la región, la actividad aérea registra niveles ascendentes con números de hasta 545 vuelos diarios (alrededor de 3 de ellos internacionales). Para agosto se pronostican niveles altos de visitantes favorecidos por las normas sanitarias que permiten actualmente un 70% de ocupación señalaron empresarios hoteleros.

Existe una demanda reprimida en mercados como Argentina, Canada y países de Europa donde los respectivos gobiernos impiden que sus ciudadanos viajen a destinos del Caribe mexicano, restricciones que el sector turístico mexicano considera se irán eliminado en la misma medida en que los efectos de la pandemia vayan disminuyendo.

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