La iniciativa también incluiría al salto del Ñacunday, ubicado en el parque nacional del mismo nombre en Alto Paraná, de 40 metros de altura y 110 metros de ancho.  “El  propósito es generar un impacto positivo para el turismo regional pero que indudablemente beneficiará al país entero. Caídas de agua o saltos existen en todo el continente pero solo Estados Unidos, Argentina, Brasil y  Canada poseen cataratas”, señaló Diego Benítez, presidente de CATUR.

“Contar con dos cataratas en Alto Paraná, a menos de 50 kilómetros de las cataratas del Iguazú, sería un poderoso atractivo para quienes visitan la región trinacional y una excelente opción de hacer conocer nuestras bellezas naturales y atractivos turísticos, señalando igualmente que conforme a expectativas de entes turísticos de Argentina y Brasil, seis millones de turistas visitarían la zona en el 2030”, agregó Benítez.