Además de ofrecer recorridos de aventura visitando cuevas al norte de Gales, la compañía Go Below cuenta con un alojamiento ubicado bajo tierra en una mina de pizarra abandonada a finales de 1990. El lugar es un laberinto de túneles que atraviesan cavernas impresionantemente grandes, que a veces se extienden más de 100 metros en cada dirección.

El hotel Deep Sleep es un lugar sin igual: compuesto por cuatro cabañas privadas con dos camas y una gruta con cama de matrimonio, comedor y aseos. Inaugurado en abril solo abre una noche a la semana, los sábados. Las reservas se realizan por internet y la aventura se inicia el sábado a la noche en la base de Go Below, desde donde guías experimentados acompañan a los huéspedes hasta el hotel subterráneo. Para llegar, los visitantes previamente equipados descienden a la mina abandonada tras una caminata de unos 45 minutos por la montaña.  En el trayecto se atraviesan viajes escaleras, puentes abandonados y slacklines en un recorrido de aproximadamente una hora.

A la llegada, los huéspedes reciben una bebida caliente y una comida al estilo expedición, antes de retirarse a dormir. La temperatura en el lugar, en forma constante, es de 10 grados centígrados durante todo el año. Las cabañas, aisladas disponen de agua corriente, electricidad e incluso Wi-Fi a través de un cable Ethernet de un kilómetro de longitud desde una antena 4G en la superficie.

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El Deep Sleep Hotel desplazó del título de «hotel más profundo del mundo» a una suite situada en la mina de plata Sala, en Suecia, situada a 154 metros bajo tierra. El hotel cuesta 688 dólares por noche, y para llegar hay que atravesar una ruta empinada y desafiante a través de los antiguos pozos de la mina.