El pilar central de la celebración es recordar las vidas de quienes ya no viven. Los seres queridos y familiares acuden a los cementerios y a las casas de los demás con ofrendas de flores, agua, fotografías de los fallecidos, su comida y bebida favoritas y otros artículos que ayudan a recordar a quienes fallecieron.

La celebración ha sido declarada por la UNESCO como  Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad. Si bien las celebraciones se llevan a cabo en prácticamente todo el país,  la ciudad de Mexico es el destino indicado para experimentar ese famoso festival.

En Ciudad de México, la celebración se inició el 6 de octubre con diversos festivales, desfiles y actos alusivos pero la celebración real se produce entre el 31 de octubre y el 5 de noviembre cuando se hacen las ofrendas a los difuntos. En la Ciudad de México, el Zócalo alberga una ofrenda monumental masiva que llena toda la plaza con altares, flores, incienso, fotografías y mucho más. Miles de personas salen a las calles disfrazadas de zombis para un desfile festivo y colorido.

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También en Riviera Maya, los resorts todo incluido llevan la celebración a los mismos hoteles compitiendo en eventos y atracciones vinculados a esta celebración.