El Cerro de las Apariciones, ubicado a unos quince minutos del centro de la ciudad es el lugar donde dicen que la Virgen María se apareció a una vidente llamada María Livia, y es hoy uno de los atractivos del lugar además de sus edificios y monumentos históricos, como su imponente catedral, y sus bellezas naturales. Las peregrinaciones religiosas tienen su punto culminante los días sábados en un horario que se extiende desde las 8 horas hasta el mediodía.
Pero la provincia de Salta, en el corazón del noroeste argentino, más allá de este misticismo popular, es como un tesoro oculto esperando ser descubierto por viajeros más intrépidos. Dejando de lado las rutas convencionales, Salta despliega una riqueza cultural, paisajística e histórica que cautiva a quienes se aventuran a explorarla; desde las majestuosas montañas hasta los pintorescos valles.
En los Valles Calchaquíes, se esconde la Reserva Municipal Quebrada del Rincón, un fascinante accidente geográfico que se erige como un testimonio silencioso de la majestuosidad de la naturaleza, con sus singulares curvas de color rojo intenso que pintan una postal única. El lugar durante siglos fue hogar de culturas antiguas, y explorar este sitio es como hacer un viaje en el tiempo. A la vera de la icónica Ruta 40 y a 169 km de la capital provincial, el pueblo de Seclantás cuenta con alojamiento, servicios y guías locales.
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En la vastedad del desierto andino de Salta, se encuentra Tolar Grande. Allí el Salar de Arizaro, uno de los salares más grandes del mundo, se despliega creando un paisaje surrealista que invita a los visitantes a sumergirse en la inmensidad del entorno. En el lugar se encuentra el famoso Cono de Arita, una formación geológica única que se eleva en el horizonte como un monumento natural y los increíbles “Ojos de Mar”.
La Quebrada de San Lorenzo, situada a solo unos minutos al norte de la ciudad de Salta, ofrece un escape sereno donde la naturaleza se fusiona con la hospitalidad local. Es un tesoro de biodiversidad, hogar de aves exóticas y flora autóctona, creando un ambiente mágico para los amantes de la naturaleza.
El Museo de Arqueología y Alta Montaña (MAAM), ubicado en el centro de la ciudad de Salta, resguarda un hallazgo arqueológico inédito: tres niños momificados que fueron encontrados durante una expedición al Volcán Llullaillaco. Los cuerpos se exhiben de a uno para evitar su deterioro y son un atractivo imperdible para todo el que visita la capital salteña.
Lo mencionado es solo una pequeña muestra de la riqueza cultural, histórica y natural que define a Salta como un destino excepcional en el noroeste argentino.
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